Las buenas estrategias de comunicación, las estructuras bien construidas, siguen trabajando por nosotros. Durante el verano, en especial en agosto, todo parece suspendido. Todo menos el ocio, el dolce far niente, las comidas en familia, las largas sobremesas, las siestas al ritmo lejano de las chicharras. Pero una buena comunicación sigue trabajando por ti y para ti, por tu empresa y para tu empresa. Eso si, tenemos que hacer las cosas bien, para no ser esclavos. Ya saben lo que decía Cortázar: cuando te regalan un reloj, tu eres en realidad el regalado. Pasar a estar al servicio de la máquina: tienes que mantenerla, cuidarla, evitarle caídas, darle cuerda, o cambiarle la batería. La comunicación, bien estructurada, nos deja descansar, nos libera. Una buena comunicación tiene una inercia que es una energía que debemos utilizar con inteligencia. Aquí te contamos cómo.
Inteligencia Artificial
Primera condición: utiliza la Inteligencia Artificial. Sí, ya sé que hemos hablado mucho de digitalización, y que España no está precisamente en vanguardia en las aplicaciones digitales a los negocios. Solo los grandes se han puesto las pilas. Se habla, se presume mucho, pero la realidad es otra cosa. Sin embargo, las aplicaciones de Inteligencia Artificial enfocadas a los negocios nos permiten realizar una comunicación personalizada, adaptada a nuestros público, programada y estructurada con una gran eficacia.
Recuerda que esto es siempre lo más importante en la comunicación, que nadie triunfa en este campo si no tiene un propósito más alto que su propia cuenta de resultados. Si queremos construir un “nosotros”, tenemos que pensar con ambición, con altura de miras.
La IA nos permite saber quiénes están de vacaciones, quienes han regresado de su descanso, dónde se encuentran nuestros seguidores, nuestros clientes, e incluso qué asuntos les interesan durante este tiempo, en qué conversaciones participan, qué piensan de los problemas que son más actualidad. Una buena célula de Inteligencia Artificial, de vigilancia del entorno, de detección de oportunidades, nos permite descansar mientras las máquinas hacen su trabajo y analizan los cambios sociológicos de nuestro entorno más crítico. Hace tiempo que en Ludiana, en colaboración con Binomial, nos pusimos a diseñar estas células que nos permiten seguir comunicando con una gran eficacia sin necesidad de estar pegados a un ordenador.
Estrategia de contenidos
Segunda condición: una buena estrategia de contenidos. El verano no suspende la comunicación, no cancela el interés de nuestras audiencias por temas, asuntos, problemas, ideas, propuestas. Seguro que antes de irte de vacaciones has dedicado un tiempo a pensar cómo puedes ayudar a tus clientes, a tus empleados, a tus públicos, durante el tiempo de verano. No se trata de que les vendas productos o servicios, se trata de acompañarles, de proponer conversaciones, de buscar siempre un propósito que esté por encima de los intereses particulares. Recuerda que esto es siempre lo más importante en la comunicación, que nadie triunfa en este campo si no tiene un propósito más alto que su propia cuenta de resultados. Si queremos construir un “nosotros”, tenemos que pensar con ambición, con altura de miras. Si encuentras esas claves, entonces has encontrado una mina de oro, porque ganarás en influencia sobre tus públicos, te convertirás en un actor que enamora.
Tercera condición: busca nuevos canales. En verano, todos cambiamos de canal. Queremos decir que en el descanso, todos somos nómadas, nos gusta encontrar cosas nuevas, salir de la rutina, probar otros sabores, otros tonos de comunicación. Si eres capaz de adaptarte a ese peregrinar de las audiencias, vas a descubrir que puedes llegar a otros públicos diferentes de los habituales, que puedes sorprender a quienes te seguían por los canales habituales. Eso sí, ten en cuenta que como decía McLuhan, “el medio es el mensaje”, que no puedes hablar igual en los nuevos canales, que quizá tu tono, y tus contenidos tienen que tener otro formato, otro lenguaje, otros temas de interés.
Programación
Y la condición última es programar. Hoy, gracias a la tecnología, y especialmente a la IA, las posibilidades de la programación son infinitas, y la capacidad de conversación y de adaptación a nuestros públicos no tiene límites. Podemos personalizar los mensajes, adecuarlos al perfil individual de todos los componentes de nuestra audiencia. Si has hecho todo esto, te puedes ir de vacaciones tranquilo y relajado. Si no lo has hecho, también puedes hacerlo, pero seguro que el año que viene, la temporada próxima, allá por septiembre, empezarás a pensar de otra forma. Para que la comunicación sea un regalo, para que no seas tu el regalado.
