El buen discurso: cómo preparar un discurso inolvidable

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cómo preparar un discurso inolvidable

Hablar en público no es un don, no está en la carga genética de nadie. Es una técnica y por tanto se puede dominar. Una vez elegido el mensaje que quiere transmitir en su discurso el primer paso es escribirlo. Un buen discurso está al alcance de todo el mundo. Aquí le damos algunas normas que le pueden orientar a redactarlo. Son las que practicamos en nuestra escuela «El buen discurso«, un formato pensado y estructurado para directivos de empresas.

Pregúntese a quien va dirigido

Conocer a su audiencia será clave para el éxito de un buen discurso. Invierta tiempo en conocerla, saber qué le puede interesar y cuál es la mejor forma de llegar hasta ellos. La edad del público, su formación o sus intereses pueden ser factores que hagan naufragar una buena presentación si está dirigida a una audiencia equivocada.

Estructura del buen discurso

Debe tener tres cuerpos:

  • Un comienzo que enganche y conecte con la audiencia. Puede empezar con una anécdota personal, una noticia de esa misma mañana o una historia que tenga relación con el tema de su discurso. Cree expectación sobre lo que va a contar. Imprima en su público el deseo de seguir escuchando lo que tiene que decir. Esos primeros minutos son muy valiosos para conquistar a su audiencia.
  • Un núcleo, con un argumento lógico, claro y bien dividido. Cuente una historia. Los humanos estamos preparados evolutivamente para escuchar y recordar historias. Las historias nos gustan y las recordamos más fácilmente y durante más tiempo que una larga lista de datos. Cualquier idea que se exprese en forma de historia dejará huella en su audiencia, mucho más que si se empeña en ofrecer cifras y estadísticas.
  • Un cierre impactante. El final de un discurso es igual de importante, habrá que utilizar otra vez algún recurso para llamar la atención del público. Podemos hacer referencia a la frase inicial de nuestro discurso, cerrar con una cita o recapitular, pero siempre, siempre debemos terminar con un  «Muchas gracias».  Es la señal que indica  al público que usted ha terminado y pueden aplaudir.

El buen discurso se escribe para ser hablado, no para ser leído.

Cuando hablamos usamos frases más cortas que cuando escribimos. Debemos elaborar un discurso que al ser declamado nos salga de forma natural, que se asemeje a nuestra forma de hablar. Olvídese de frases subordinadas interminables que le dejarán agotado en el escenario y escriba como si hablara. Léalo en voz alta a medida que lo escriba para corregir lo que no funcione.

Sea breve

Es mejor un discurso corto que nos deje con ganas de oír más que uno largo durante el que queremos salir corriendo. A partir de los 20 minutos la atención de la audiencia se va perdiendo. Lo aconsejable es no sobrepasar los 10 minutos. En caso de que sea usted el último orador y el público está ya cansado, 5 minutos serán suficientes.

Sea conciso

Anuncie lo que va a decir, dígalo y resúmalo.  Si su discurso es demasiado denso o se va por las ramas, perderá el interés de su audiencia. Y en comunicación lo importante siempre es el otro. Saber resumir es en ocasiones la parte más difícil de un discurso.

Sea auténtico

Escriba sobre algo que le apasione y será muchos más fácil contagiar su entusiasmo a la audiencia. Si quieres hacer un buen discurso trate de llegar al corazón de sus oyentes, emocióneles, sea sincero. Interiorice el mensaje hasta que le salga natural. Y no deje nada a la improvisación,  la única buena improvisación es la que está preparada.

Y usted, ¿tiene la receta para un discurso memorable? ¿Cómo suele preparar sus presentaciones? ¿Está de acuerdo con nuestros consejos? Su opinión es importante para nosotros, anímese a compartirla. Ludiana le orece todas las novedades en comunicación y en diseño estratégico para sus webs.

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